Faltaban unos minutos para las 14 y un matrimonio de jubilados y su hijo almorzaban en su departamento del barrio porteño de San Telmo cuando sonó el timbre. Al abrir la puerta comenzó la pesadilla, una toma de rehenes que duró poco más de dos horas y culminó con dos delincuentes detenidos: estaban escondidos debajo de una cama.
Un tercer ladrón se fugó antes de que llegara la Policía de la Ciudad, cerrara la calle Balcarce al 1300 y rodearan las manzana para evitar que escaparan los delincuentes que habían ingresado al departamento “8A” amenazando a sus dueños con cuchillos, según pudo reconstruir Clarín en base a fuentes policiales.
Todo ocurrió alrededor de las 13.45, en un edificio de Balcarce al 1300. La familia almorzaba cuando sonó el timbre de su casa, les dijeron que era el correo. Lejos estaba de serlo...
Mercedes, vecina del edificio de al lado, le decía a TN: “Sabemos que la manzana está cercada por la Policía. Pidieron acceso a nuestro edificio, de la esquina de Balcarce y Garay, para ver si pueden acceder a la terraza”.
Mientras se apostaban en las azoteas, los agentes también entraron al edificio donde se desarrollaba la toma de rehenes. Subieron por la escalera, piso por piso, y fue en el séptimo donde escucharon un ruido que venía del octavo y les llamó la atención: muebles que se movían.
Para ese entonces, la familia tomada de rehén desde el balcón se ponía en contacto con los policías que se habían apostado en la terraza de un edificio vecino.
Fueron dos horas de mucha tensión, hasta que los agentes lograron entrar al departamento y encontraron a los ladrones escondidos debajo de una cama de la habitación de servicio, según precisaron las fuentes. Los detuvieron.
