Por Melanie Cooper, Gerente General L'Oréal Dermatological Beauty para Centroamérica y la Región Andina
Desde que la revolución Digital llegó a nuestras vidas, su impacto ha sido transformador en muchos ámbitos, y esto no es ajeno a los que nos desenvolvemos en el entorno de la salud, incluida la manera en que las personas acceden a la información médica. A menudo, la primera reacción ante una preocupación de salud no es visitar a un médico, sino realizar una búsqueda en línea. Google se convirtió en el primer médico virtual. Esta práctica ha generado problemas relacionados con la calidad y la fiabilidad de la información disponible. En el vasto mar de datos, separar los hechos probados de las meras hipótesis se convierte en una tarea complicada.
Ante este escenario, organismos como la OMS han intentado intervenir, proponiendo soluciones como el uso de la terminación «.health» para fuentes de información confiables. Sin embargo, actualmente en la era de las redes sociales, de la creación contenido y de los 'likes', nos enfrentamos un desafío aún mayor. Ahora, voces no autorizadas tienen la oportunidad de ejercer "influencia" sobre sus comunidades, ofreciendo consejos y discutiendo temas de salud sin la preparación adecuada.
Este panorama fue un tema central en el Primer Summit Skincare & Health celebrado en Perú. Ya no basta con participar en debates académicos y charlas especializadas; los expertos en cuidado de la piel y otros campos de la medicina deben expandir su alcance y utilizar las herramientas digitales disponibles para educar al público.
Ahora, más que nunca, el territorio de la dermatología debe ser reclamado por voces autorizadas. Pero, lejos de ser solo un desafío, esta nueva realidad ofrece una gran oportunidad. Las redes sociales ofrecen a los especialistas un escenario único para llevar la dermatología más allá del consultorio o del auditorio académico. Podemos utilizar estas plataformas para presentar avances científicos de manera accesible, discutir nuevas terapias y procedimientos, e incluso ofrecer foros de preguntas y respuestas en tiempo real. Al hacerlo, no solo contrarrestamos la desinformación, sino que también construimos un puente entre la ciencia y el público en general. sto enriquece el diálogo y fomenta una mayor comprensión de lo que realmente implica el cuidado de la piel basado en la evidencia.
Nuestra dedicación a una medicina fundamentada en evidencia científica y al bienestar comunitario permanece inalterable, pero ahora abarca un nuevo horizonte. Ha llegado el momento de que estos entornos digitales se conviertan en espacios donde la ciencia, la salud y el bienestar sean tendencias respaldadas por datos, investigaciones y rigor científico. A fin de cuentas, la dermatología, al igual que otras disciplinas médicas, merece ser representada auténticamente por los expertos en el campo.