Consumo responsable de lácteos garantiza cuidado de la salud

Consumo responsable de lácteos garantiza cuidado de la salud

Consumo responsable de lácteos garantiza cuidado de la salud

  • En Ecuador, la producción formal de lácteos genera cerca de USD 1 400 millones cada año.
  • El promedio de consumo anual de leche en el país bordea los 90 litros per cápita.
  • La emergencia sanitaria por coronavirus incrementa el interés de la población en consumir alimentos producidos responsablemente, bajo normas de calidad e inocuidad, en ese sentido es fundamental saber distinguirlos, para ello existe una serie de claves.

Quito, mayo de 2020.- La declaración de emergencia sanitaria por COVID-19 encendió las alarmas en múltiples ámbitos a escala nacional. La sanitización, desinfección y verificación de inocuidad en los procesos productivos pasaron a primer plano y son factores determinantes para el consumo de alimentos. En ese contexto, la Industria láctea ecuatoriana continúa sus procesos productivos reforzando sus parámetros de seguridad y calidad e implementando buenas prácticas en cada uno de ellos.

El establecimiento de un protocolo de seguridad basado en la emergencia sanitaria precautela la salud de cada miembro del eslabón productivo y garantiza la seguridad de las familias ecuatorianas, pero al mismo tiempo permite que el abastecimiento de lácteos continúe efectuándose en todo el territorio. En ese sentido, las plantas de producción están siendo desinfectadas y aseadas constantemente, del mismo modo los equipos son sanitizados y los colaboradores cumplen con estrictas normas de seguridad antes de ingresar a sus sitios de trabajo.

Para distinguir productos lácteos elaborados con todas las medidas de bioseguridad, el consumidor debe saber que:

  • Son elaborados en instalaciones que cuentan con la correcta infraestructura y medidas higiénicas,
  • La alimentación animal se lleva a cabo responsablemente y el ordeño cumple con normas de asepsia,
  • El producto cuenta con registro sanitario y fecha de caducidad vigentes.

Además es importante verificar que los establecimientos en lo que se realiza la compra cuenten con frigoríficos específicos para leche y lácteos, no hayan alterado el etiquetado y que los empaques estén en buen estado. Al llegar a casa, es recomendable limpiar los envases de lácteos con un paño húmedo y limpio, si los empaques plásticos son retirados lo más adecuado es tirarlos a la basura y utilizar recipientes reusables (herméticos, queseras, envases de cristal).

El COVID-19, declarado como pandemia por la OMS ha afectado a cerca de 30 mil personas en Ecuador, pese a que aún no existe un tratamiento para paliar los efectos de esta enfermedad, la correcta alimentación fortalece el sistema inmune y los lácteos son aliados que previenen el contagio de patologías ocasionadas por virus y bacterias. La ingesta de leche y sus derivados aporta al cuerpo gangliósidos, sustancias que sorprendentemente ayudan a prevenir infecciones en niños y adultos; y que evitan que virus y bacterias lleguen al torrente sanguíneo, pulmones o sistema digestivo.

La industria láctea ecuatoriana trabaja día a día para garantizar el abastecimiento, evitar especulación, y motivar a la ciudadanía a fortalecer su salud mediante el consumo de lácteos. Quedarse en casa y alimentarse bien son acciones clave para combatir el coronavirus.

Sobre el CIL: El Centro de la Industria Láctea (CIL) agrupa a las más grandes e innovadoras industrias del sector lácteo del Ecuador, mismas que trabajan día a día en pos de la soberanía y seguridad alimentaria de todos los ecuatorianos. La estabilidad de la Cadena Láctea es fundamental, por lo que garantizamos el abastecimiento continuo de nuestros productos; y solicitamos a los consumidores que se abastezcan responsablemente y de acuerdo con sus necesidades en los mercados, tiendas y supermercados del país; además mantendremos los precios evitando la especulación y el acaparamiento.

www.cilecuador.org

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