En su álbum debut "Eso Aquí No" la banda colombiana Niños Bien nos muestra la forma de habitar Bogotá y el mundo desde la contradicción, la ironía y la vulnerabilidad.
A lo largo de sus ocho canciones, la producción discográfica captura con precisión la dualidad de la vida en la ciudad: amor y desamor, tensión social y momentos de evasión. La banda no busca representar una sola emoción o un solo discurso, sino todo el espectro de lo que significa estar vivos hoy: procrastinar, desear, protestar, reír, sentir, rendirse y volver a empezar.
Para la banda "la misión del álbum es encapsular la idea de que nuestra vida —como personas, artistas y ciudadanos— es múltiple. No somos sólo amor, ni solo rabia... Ni únicamente sátira, ni puramente honestidad... Somos todo eso al mismo tiempo".
Musicalmente, el álbum transita por una amplia gama de géneros: desde pistas de rock con rap (Salva patria), hasta hip hop y R&B (Te pienso, De 9 a 6, Al final), pasando por ritmos latinos (Plan tranqui, Aquí no) y la música de protesta latinoamericana (Mi niño).
En el universo visual de "Eso Aquí No", cada canción tiene su propio visualizer animado, protagonizado por Tachín y Nena, dos hermanos bogotanos que funcionan como el espejo simbólico de las emociones que atraviesan las canciones.
A través de ellos, la banda narra la vida cotidiana en clave urbana, con humor, crítica y ternura. En el caso de Amanecer, esa narrativa alcanza su punto más alto con un videoclip animado completo que explora la metáfora del “monstruo en el armario” desde una mirada profundamente humana.
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