Aunque la mayoría de sus sueños los ha visto reflejados en cada uno de los montajes que ha llevado a cabo, Andrés Rivera tiene claro sus objetivos dentro de la industria, él no solo busca montar espectáculos de talla mundial, sino que con estos construir una experiencia completa que conecte con el público y deje una huella emocional. “El láser no solo es un efecto visual, es un lenguaje. Su precisión, intensidad y capacidad de sincronización permiten crear momentos de alto impacto emocional. Hoy los shows no se tratan solo de música, sino de experiencias completas, y el láser tiene la capacidad de envolver al público, contar historias visuales y llevar los conciertos a un nivel mucho más inmersivo y memorable”, enfatiza Andrés Rivera. Para este segundo semestre del año, Andrés Rivera, no solo busca seguir dejando el nombre de nuestro país en alto, sino gracias a su trabajo desea continuar creando experiencias donde pueda envolver al público a través de historias visuales, y así mismo, llevar los conciertos a un nivel mucho más inmersivo y memorable. “Cada show lo trato como una obra única, entendiendo que el diseño láser debe integrarse perfectamente con la música, la escenografía y la narrativa del espectáculo. Quiero que quienes asisten al show se desconecten del mundo exterior y vivan una experiencia sensorial completa. Que el láser no sea solo un efecto, sino una extensión de la música, del mensaje del artista y de la energía del momento. Me gusta pensar que cada línea de luz puede emocionar, acompañar una letra, marcar un drop o incluso hacer llorar. Esa conexión emocional es lo que me mueve y lo que guía cada diseño que creo”, finaliza Andrés Rivera. |