El videoclip oficial, dirigido por WILLSIDE y producido por FILMIK, fue grabado en Pamplona, Norte de Santander. A lo largo de seis horas de rodaje, las imágenes recorren las emociones más humanas de Andrea Gomez, contrastando entre el dinamismo de una fiesta y la soledad de una habitación.
A nivel visual, el video utiliza colores fríos y oscuros para reflejar la melancolía y el desapego, mientras que los tonos semi-cálidos y luminosos simbolizan la pasión y la creatividad de la artista. Con movimientos de cámara ágiles y planos cerrados, el audiovisual logra transmitir con precisión la lucha interna y la intensidad emocional de la historia.
La narrativa del video muestra a Andrea Gomez enfrentándose a la monotonía y al vacío que se esconde tras una vida aparentemente perfecta. La música se convierte en su refugio, su manera de sanar y encontrar significado en medio del caos.
A pesar de su corta edad, con apenas 16 años, Andrea Gomez demuestra una gran madurez artística y emocional, reflejando en cada nota la profundidad de sus sentimientos y el inicio de un camino prometedor en la industria musical.